miércoles, 26 de enero de 2011

La imposibilidad de gobernar una empresa estatal.

Digamos que una empresa estatal  tiene un accidente ambiental, contamina un rió, el estado ejercerá medidas coercitivas para que la acción no se repita, entre las cuales estarán algún tipo de multas pero debido a que las utilidades de las empresa estatal son en beneficio fiscal, el estado simplemente se sacara dinero del bolsillo derecho y lo pondrá en el izquierdo.  

Simplifiquemos hasta la caricatura, primer caso la empresa no tiene el accidente por tanto genera 100x en utilidades los cuales son en beneficio fiscal, segundo caso la empresa tiene accidente por tanto genera 50x en utilidades y 40x en multas ambas en beneficio fiscal. Osea el estado al final del día se automulta , es como que yo cada vez que cometa una infracción de transito me cobrara a mi 40 mil pesos. Obviamente se puede sancionar a directivos o trabajadores negligentes pero aquello no restituirá el daño causado, tampoco podemos perseguir a la empresa pues seria como perseguir nuestra cola y menos aun una sanción social como, no compre en x empresa porque contamina, pues podríamos terminar quebrando nuestra propia empresa mejor la vendíamos en un principio a buen precio y usábamos el dinero en algo útil. Siempre se podrá decir que podemos cambiar a los directores, hacer de ella una empresa eficiente, etc. ¿ Pero el estado debe preocuparse de aquello ? ¿ De ser un administrador de empresas ?.

Un problema adicional que pondría peor el panorama es no solo perderemos recursos en administrarla, se podría llegar a la imposibilidad de tomar las mejores decisiones para su subsistencia y la entrega utilidades al estado, por ejemplo una empresa que produce gas y ve reducidas sus reservas y los directores consideran que para revertir en algún grado la demanda e invertir en nuevas exploraciones se debe subir el precio del m3 el tomar esta decisión puede generar descontento social impulsado incluso por otras empresas privadas y como el jefe al final del día es el presidente y el jefe del presidente son los electores probablemente se termine tomando decisiones "en la medida de lo posible", claro un presidente debería optar por la mejor decisión pensando en el largo plazo, pero eso seria en el mundo de electores óptimos, en el real un presidente con elecciones ad-portas y una población en las calles puede terminar por en vez de subir el precio, bajarlo e incrementar el problema.

 ¿ Como serian las negociaciones con los sindicatos de la empresa ? La idea es equilibrar el poder al momento de negociar beneficios pero aquí nuevamente existe un problema, el sindicato son empleados y jefe al mismo tiempo, como a fin de cuentas el jefe es el ejecutivo o el legislativo, según como se elijan a los directores, un sindicato lo suficientemente grande podría amenazar a los actuales con no votar por ellos osea los empleados son de alguna manera los jefes de sus jefes. Y los políticos deben ponderar entre la mejor decisión o mas votos.

Lo optimo no tener empresas estatales, si una legislación coherente con impuestos y royalties que incentiven y no frenen la actividad productiva, ocupando estos ingresos para financiar la actividad estatal. Un camino no tan optimo pero tal vez tolerable por los electores podría ser tener una participación minoritaria en algunas empresas dejando con esto la administración a los privados.
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